buen aporte
APOCALIPSIS 1
1 La revelación de Jesucristo, que el Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder rápidamente; y la declaró enviándola por medio de su mensajero celestial a su siervo Juan, 2 que ha dado testimonio de la palabra del Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.
El Dios supremo, el Padre, entregó esta Revelación a Jesucristo. Todas las visiones proféticas del Apocalipsis proceden del Dios supremo, el Padre, no de Jesús. Dios se traducirá a partir de ahora, como Poderoso (que es lo que significa la palabra) Al mismo tiempo Jesús utilizó a un ángel o mensajero celestial para entregar esta Revelación a Juan. El Apocalipsis es un libro solo para los siervos del Poderoso, no es para todo el mundo, por eso es que poca gente entiende correctamente el Apocalipsis. Los eventos del Apocalipsis sucederán rápidamente, uno detrás de otro. La traducción “pronto” es errónea, la palabra correcta es “rápidamente”.
3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo se acerca.
Esta bienaventuranza es única en la Biblia. Se trata del único libro bíblico donde el Poderoso da una bendición especial a todos aquellos que leamos las palabras proféticas del Apocalipsis y guardemos las cosas que en él están escritas. El tiempo del cumplimiento de esas profecías se acerca, que no es lo mismo que decir: ”está cerca”. Esta última traducción es errónea. El tiempo del cumplimiento de esas profecías se acerca, pero eso no significa que esté cerca su cumplimiento. Por ejemplo, un tren se acerca a alta velocidad donde yo estoy, pero ese tren puede estar a 50 kilómetros de distancia. El tren se acerca, pero el tren no está cerca. Lo mismo sucede con este pasaje del Apocalipsis.
Salutaciones a las siete Congregaciones
4 Juan, a las siete Congregaciones que están en Asia: Favor inmerecido y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; 5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
El Apocalipsis fue escrito primordialmente a las siete congregaciones que en el siglo primero existían en Asia Menor, lo que hoy es Turquía. Por extensión su mensaje es para toda la Iglesia o congregación de Cristo a través de la Historia, es para todos los siervos de Cristo.
El favor inmerecido y la paz era el saludo que se daban los verdaderos cristianos del siglo primero.
El que es, y que era y que ha de venir se refiere solamente al Poderoso supremo, el Padre, no a Jesús, porque en el verso 5 se menciona luego a Jesús, diferenciándolo del Padre. Este Dios Padre vendrá a la nueva tierra después del Milenio para morar con los seres humanos (Ap.21:3).
Los siete espíritus que están delante del trono del Padre se refiere a siete ángeles, los cuales son llamados espíritus (Heb.1:7). De ninguna manera se refiere al espíritu santo, pues el pasaje habla de espíritus, en plural, no de espíritu.
Jesucristo es el testigo fiel porque fue él quien nos dio a conocer de una forma fidedigna y perfecta al Poderoso supremo, el Padre celestial (Jn.1:18).
6 y nos hizo reyes y sacerdotes para el Poderoso, su Padre; a él sea poder e imperio por las eras de las eras. Con toda certeza así es.
Los apartados para el Poderoso, los verdaderos cristianos, ya somos reyes y sacerdotes (1Pe.2:9, Ap.1:6), sin embargo, aun no hemos comenzado a gobernar las naciones de la tierra, pues ese gobierno mundial de Cristo y sus santos se iniciará cuando Cristo venga en gloria (Ap.19:15, 20:4-6). Estos verdaderos cristianos son los que pasaron por la tribulación, ellos son la congregación de Cristo que reinarán con él cuando resuciten, y entonces tendrán autoridad sobre las naciones de la tierra y las gobernarán con vara de hierro, es decir, con justicia y rectitud (Ap.2:26-27). Los falsos cristianos que ya pretenden gobernar las naciones antes de la venida gloriosa de Cristo han sido engañados por Satanás, pues esta es una era mala, en la cual Satanás engaña al mundo entero (Gal.1:4, Ap.12:9). Es en la era venidera, cuando Cristo venga en gloria a reinar, cuando comenzará ese glorioso gobierno mundial que traerá la justicia y la paz al mundo entero (Ap.11:15, 19:15), y es entonces cuando dará inicio el periodo de mil años, el Milenio, durante el cual Satanás no podrá engañar a la naciones de la tierra (Ap.20:1-3).
7 He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por él. Sí, Con toda certeza así es.
Aquí se está refiriendo solamente a Jesús, pues será él quien vendrá del cielo con las “nubes” voladoras. Los ojos de todos los seres humanos que estén vivos en la tierra cuando él regrese le verán venir del cielo (Mt.24:29-30, Lc.21:27).
Los que traspasaron a Jesús son los descendientes israelitas del rey David y los habitantes israelitas de Jerusalén (Zac.12:10), pues fueron los pecados de la nación de Israel quienes le condenaron a muerte (Is.53:8) Todos ellos llorarán y se arrepentirán genuinamente de sus pecados cuando vean llegar a Jesucristo con gran poder y gloria (Ap.12:10-14).
La correcta traducción de la palabra “amén” es “con toda certeza así es”. No se trata únicamente de una afirmación, sino de mucho más, es una total seguridad o certeza de que lo que se dice es totalmente verídico y se cumplirá.
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